¿Te encanta cocinar con hierbas frescas pero no tienes un jardín en tu casa? ¡No te preocupes! En este artículo aprenderás cómo hacer un jardín de hierbas en la cocina. De esta manera, tendrás acceso a hierbas frescas en todo momento para darle un sabor más intenso y fresco a tus comidas.
Además de darle sabor y aroma a tus platillos, las hierbas frescas tienen muchos beneficios para la salud. Están llenas de vitaminas, antioxidantes y minerales. Algunas de las hierbas más comunes para un jardín de cocina son el cilantro, romero, tomillo, salvia, menta, albahaca, orégano y perejil.
Antes de empezar, es importante tomar en cuenta algunos requisitos para el jardín de hierbas en la cocina. En primer lugar, necesitarás una ventana en la cocina que reciba luz solar durante varias horas al día. También necesitarás una maceta o tiesto con buen drenaje, tierra para macetas, y por supuesto, semillas o plantas de hierbas.
Antes de empezar con la plantación, escoge las hierbas que quieras cultivar en tu jardín de cocina. Te recomendamos empezar con tres o cuatro tipos para que no se te vaya de las manos. Si tienes dudas sobre qué hierbas escoger, piensa en qué platillos cocinas más a menudo o cuáles son tus favoritas.
La maceta o tiesto que elijas dependerá de la cantidad de hierbas que quieras cultivar. Si solo quieres cultivar un tipo de hierba, una maceta pequeña será suficiente. Si quieres cultivar varias, escoge una maceta o tiesto más grande. Asegúrate de que tenga un buen drenaje para evitar que se acumule agua y pudra las raíces.
La tierra para macetas es importante para el éxito de tu jardín de hierbas en la cocina. Asegúrate de comprar una tierra de calidad y específica para plantas de interior, ya que las plantas necesitan nutrientes diferentes dependiendo del ambiente donde se encuentran. Mezcla la tierra con abono orgánico y piedra pómez para asegurarte de que tenga un buen drenaje.
Si estás empezando con semillas, sigue las instrucciones del paquete para plantarlas. Si estás comprando plantas, saca con cuidado la planta del contenedor original y planta en la nueva maceta o tiesto. Asegúrate de que las plantas estén al mismo nivel que el suelo en la maceta y riega con cuidado.
Una vez que hayas plantado tus hierbas, asegúrate de cuidarlas adecuadamente. Riega las plantas con regularidad, pero no demasiado, ya que el exceso de agua puede pudrir las raíces. Asegúrate de que la maceta esté en un lugar con luz solar directa y que la tierra no se seque por completo. Para ayudar a tus plantas a crecer, puedes agregar fertilizante a la tierra cada dos semanas.
Una vez que tus hierbas hayan crecido lo suficiente, podrás empezar a utilizarlas en tus comidas. Algunas recomendaciones para utilizar tus hierbas frescas incluyen:
Un jardín de hierbas en la cocina no solo es una excelente manera de tener acceso a hierbas frescas en todo momento, sino que también es una adición hermosa a cualquier cocina. No importa si eres un principiante o un experto en jardinería, tener un jardín de hierbas en la cocina es fácil y vale la pena el esfuerzo.